Para decidir la compra de una vivienda se deben evaluar diversos aspectos que harán al éxito de nuestra inversión y al bienestar de la familia:
1. Ubicación. En qué barrio está, sobre una calle, pasaje o avenida.
2. Servicios. ¿Cuenta con alumbrado saneamiento, etc.?
3. Ubicación en el terreno. ¿Está al frente o al fondo, por encima o debajo del nivel de la calle o con respecto al terreno del vecino?
4. Edad y estado de la construcción. ¿Tiene fisuras, humedades, etc.? ¿Funciona correctamente la instalación eléctrica, sanitaria, etc.? ¿Qué reparaciones fueron realizadas y cuáles serán necesarias?
5. Categoría y confort. Orientación, iluminación y ventilación natural son determinantes en la calidad de los espacios. ¿Cómo están compuestos muros y techo; tienen buen desempeño térmico?. ¿Cuál es la calidad de las terminaciones? ¿Tiene calefacción?
6. Posibilidad de adaptación. ¿Se puede adaptar la construcción a las necesidades actuales o futuras?
7. Permiso de construcción. ¿Tiene aprobados los permisos? Si no los tiene: ¿se puede regularizar? ¿cumple con las normativas municipales? ¿Tiene deudas con el BPS?
8. Inversión. ¿Cuánto se debe pagar por ella y con cuánto es necesario contar para arreglos, y trámites? Si se tuviera que vender, ¿se podrá desquitar lo que se invierte?